En un año ya pasado, uno que cada día queda más atrás pero no puedo arrancarme y arrojar al abismo del olvido soñé un edén pero se incendió. Conocí el dolor y la euforia de un juego que parecía que podía ganar contra un enemigo de pies de barro. Más sabía y más se limitaba, más se encerraba en eso que cautiva y no deja ser... Mil veces volví y otras más desaparecí, caí vencido y decidí no regresar ni volver a caminar ese valle, ese lugar, esas sombras...